Cuando ya se había perdido la esperanza de que Walter Trout pudiera sobrevivir a su grave enfermedad, en mayo de 2014, un providencial trasplante de hígado hizo que el músico estadounidense (nacido en Ocean City, New Jersey, el 6 de marzo de 1951) pudiera, no sólo estar mejor de salud, sino también retomar su actividad artística (el disco Battle Scars de 2015 es un válido testimonio de ello).
We’re All In This Together es, además de un potente disco de rock blues, también una gloriosa reunión entre músicos de calibre para celebrar el regreso de un amigo.
Trout (que ya militó en grupos tales como Canned Heat y The Bluesbreakers de John Mayall) se desencadena con la guitarra eléctrica de seis cuerdas dialogando con Kenny Wayne Shapherd (en la inicial, robusta Gonna Hurt Like Hell), Robben Ford (en el tema instrumental Mr.Davis), Mike Zito (en la imparable She Listens To The Blackbird Sing, con un aroma de southern rock), Warren Haynes (en la relectura del clásico The Sky Is Crying), Joe Bonamassa (en los casi 8 minutos de la última, tórrida pista que da el título a todo el trabajo).
Sin olvidar los otros amigos intervenidos para dar su aportación a la realización de We're All In This Together, empezando por el hijo de Trout, Jon. Y, además: Sonny Landreth, Charlie Musselwhite, Eric Gales, Edgar Winter, Joe Louis Walker, John Nemeth, Randy Bachman, John Mayall.